La vida es como nadar

Cada semana voy a la piscina para nadar y cuando empecé pensé que podía nadar bastante bien. Poco a poco perfeccioné mi técnica y ahora nadar me resulta cada vez más fácil, necesito menos tiempo para llegar a mi meta diaria (30 carriles) y todo fluye alrededor mío.

Por eso creo que nadar es como la vida misma. A veces pienso que ya sé todo, pero luego me doy cuenta de que puedo mejorar en muchos aspectos para que mi vida sea más fácil. Puedo adquirir nuevas habilidades, mejorar constantemente mis estrategias y aprender a fluir con la vida.

Nunca dejamos de aprender, podemos hacerlo conscientemente o dejar que la vida nos enseñe.

Para mejorar mi técnica de nadar pedí ayuda a un entrenador profesional. En las clases de natación me enseñó que con el mínimo esfuerzo puedo llegar muy lejos, tal cual debemos hacerlo en la vida. A veces nos cuesta avanzar y la vida parece difícil, pero si seguimos haciendo lo mismo, los resultados también serán los mismos.

Acompaño a personas valientes que un día decidieron que no quieren continuar así. En mis sesiones individuales utilizo técnicas que les facilita el camino para conseguir aquello que siempre han querido.